Alfama, el barrio del agua
Mayo, martes 7
Desayuno con Isabel, a las 8:00, antes de empezar las actividades programadas.
En la visita de hoy nos acompañan Felicio, Carlos, (dos auténticos expertos de la ciudad) y algunas alumnas de español de la UITI.
Lisboa se abre a la mañana luminosa y templada. En un paseo tranquilo atravesamos la Plaza del Comercio y llegamos al barrio más antiguo y uno de los más populares de la ciudad.
Alfama viene de Alfamm, derivado del árabe, que significa fuentes o baños.
Efectivamente, la primera parada es en el impresionante Chafariz del Rei. La fuente llegó a tener 9 caños y cada uno de ellos era de uso exclusivo de un grupo social: judíos, musulmanes, pescadores,...lo que evitaba peleas a la hora de abastecerse de las frescas aguas subterráneas de Lisboa.
Después Alfama se vuelve cuesta, subida o bajada, callecitas estrechas, ropa tendida, tabernas que siempre ofrecen los fados más auténticos, fuentes, leyendas, iglesias, becos, (callejones sin salida)...y cómo no, la judería con su historia…cábala, pogromos, pasadizos secretos…
Felicio y Carlos se turnan en la palabra, uno empieza y el otro continúa. Les falta tiempo o les sobra ciudad.
Sin tiempo para una “bica”, volvemos a la universidad y asistimos a la clase de psicología impartida por una profesora y un profesor. La sala está llena, se nota el interés que despierta la temática de hoy: trastornos de la personalidad, sus características y estrategias para afrontarlos.
Tras saludar al grupo de españoles que asistimos hoy a la clase, comienza la exposición. Son numerosas las intervenciones del alumnado, aportando experiencias o consultando dudas.
Necesitamos toda nuestra atención para seguir la exposición en portugués, con la ayuda del guión proyectado en la pizarra, pero mereció la pena.
Comida con Isabel en el mismo local donde desayunamos hoy.
Y nos vamos al Story Lisboa Center. Allí nos cuentan la historia de la ciudad desde los fenicios.
Disponemos de unos auriculares que sala a sala, nos proporcionan en español toda la información. Y llegamos a la sala XIII. Año 1755. Unas puertas automáticas se abren para que entres y luego se cierran. Dentro, durante diez minutos, un audiovisual reproduce el terrible terremoto de magnitud estimada de 8,5 a 9, seguido de un terrible incendio y un tsunami que arrasó Lisboa.
Para terminar las actividades de la tarde, visita al museo del “bacalhau”, donde nos asomamos a la dura existencia de los pescadores portugueses de mitad del siglo pasado.
Los “bacalhoeiros”, subían a tierras de Noruega, donde cada pescador descendía del barco en su “dori”, (pequeña barca para un solo hombre) y hacía frente a las aguas heladas del mar de Terra Nova, luchando contra lluvía, oleaje e icebergs hasta llenar su barca, (unos 900, 950 kg) y poder subir de nuevo al “bacalhoeiro”. Eran muchos los que morían.
Y ahora sí, merecida cervecita y “pastéis de bacalhau”.
Entramos un momentito en la cafetería….bajo la imponente arcada de la plaza, para visitar el rincón literario de Pessoa.
Para cenar, vino y fado en el popular Baiúca, en el “Bairro Alto”.
Rodeados de colegas portugueses, música y poesía, disfrutamos de una estupenda velada. Se cantó, se recitó en español y portugués. Llegan las primeras despedidas de los que ya no estarán mañana. Deseos de un reencuentro.
Muchas emociones. Caemos rendidos en la cama.
Desayuno con Isabel, a las 8:00, antes de empezar las actividades programadas.
En la visita de hoy nos acompañan Felicio, Carlos, (dos auténticos expertos de la ciudad) y algunas alumnas de español de la UITI.
Lisboa se abre a la mañana luminosa y templada. En un paseo tranquilo atravesamos la Plaza del Comercio y llegamos al barrio más antiguo y uno de los más populares de la ciudad.
Alfama viene de Alfamm, derivado del árabe, que significa fuentes o baños.
Efectivamente, la primera parada es en el impresionante Chafariz del Rei. La fuente llegó a tener 9 caños y cada uno de ellos era de uso exclusivo de un grupo social: judíos, musulmanes, pescadores,...lo que evitaba peleas a la hora de abastecerse de las frescas aguas subterráneas de Lisboa.
Después Alfama se vuelve cuesta, subida o bajada, callecitas estrechas, ropa tendida, tabernas que siempre ofrecen los fados más auténticos, fuentes, leyendas, iglesias, becos, (callejones sin salida)...y cómo no, la judería con su historia…cábala, pogromos, pasadizos secretos…
Felicio y Carlos se turnan en la palabra, uno empieza y el otro continúa. Les falta tiempo o les sobra ciudad.
Sin tiempo para una “bica”, volvemos a la universidad y asistimos a la clase de psicología impartida por una profesora y un profesor. La sala está llena, se nota el interés que despierta la temática de hoy: trastornos de la personalidad, sus características y estrategias para afrontarlos.
Tras saludar al grupo de españoles que asistimos hoy a la clase, comienza la exposición. Son numerosas las intervenciones del alumnado, aportando experiencias o consultando dudas.
Necesitamos toda nuestra atención para seguir la exposición en portugués, con la ayuda del guión proyectado en la pizarra, pero mereció la pena.
Comida con Isabel en el mismo local donde desayunamos hoy.
Y nos vamos al Story Lisboa Center. Allí nos cuentan la historia de la ciudad desde los fenicios.
Disponemos de unos auriculares que sala a sala, nos proporcionan en español toda la información. Y llegamos a la sala XIII. Año 1755. Unas puertas automáticas se abren para que entres y luego se cierran. Dentro, durante diez minutos, un audiovisual reproduce el terrible terremoto de magnitud estimada de 8,5 a 9, seguido de un terrible incendio y un tsunami que arrasó Lisboa.
Para terminar las actividades de la tarde, visita al museo del “bacalhau”, donde nos asomamos a la dura existencia de los pescadores portugueses de mitad del siglo pasado.
Los “bacalhoeiros”, subían a tierras de Noruega, donde cada pescador descendía del barco en su “dori”, (pequeña barca para un solo hombre) y hacía frente a las aguas heladas del mar de Terra Nova, luchando contra lluvía, oleaje e icebergs hasta llenar su barca, (unos 900, 950 kg) y poder subir de nuevo al “bacalhoeiro”. Eran muchos los que morían.
Y ahora sí, merecida cervecita y “pastéis de bacalhau”.
Entramos un momentito en la cafetería….bajo la imponente arcada de la plaza, para visitar el rincón literario de Pessoa.
Para cenar, vino y fado en el popular Baiúca, en el “Bairro Alto”.
Rodeados de colegas portugueses, música y poesía, disfrutamos de una estupenda velada. Se cantó, se recitó en español y portugués. Llegan las primeras despedidas de los que ya no estarán mañana. Deseos de un reencuentro.
Muchas emociones. Caemos rendidos en la cama.












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